26 de noviembre de 2008

Presentación; Avances



El cuerpo humano es finito. Si se abre sangra, si pierde su sangre muere. Nos curamos, nos operamos. Nuestra piel genera costras y cicatrices. Busco los orígenes de estas marcas y pretendo con ellos entender qué gente los sufre, qué gente los crea y que consecuencias tienen en ellos. Vidas en las que la violencia o las heridas son parte esencial de ellas para entenderlas en su totalidad.

En todo el mundo existen grupos de gente enfrentados por diversas razones. Las bandas urbanas en concreto tienen códigos estéticos y de conducta también. Para juventudes con posicionamientos radicales es muy significativo marcar su piel con ellos. Los códigos que pueden extraerse de los tatuajes, cicatrices de color, creadas herida por herida, a menudo sólo son entendibles por los círculos concretos que los portan en su cuerpo. Trato de descifrarlos para crear así un lenguaje propio, que sirva de camino de retroceso y de avance. De retroceso a modo retrospectivo, para situarnos en el nacimiento y significado de estas marcas. De avance, para comprender qué significan hoy en día, cuál es son su posición en la sociedad y que consecuencias conllevan.

Pretendo profundizar en el concepto de imagen siniestra, el heimlich/unheimlich (familiar/no familiar) del que Freud habla muy ampliamente y que Tonia Raquejo sabe aplicar al arte de manera efectiva en sus escritos al respecto de lo monstruoso, entendiéndolos como extractos de la vida real que contienen elementos que escapan a nuestro entendimiento. Algo que a primera vista nos resulta familiar, se nos descubre de pronto al margen de lo cotidiano.

Investigo pues las distintas percepciones que se tienen de la violencia. Distintas reacciones ante el terror o la sangre. Son en el fondo historias de personas contadas a través de su piel. Es también un viaje a la parte más oscura de la psique humana

1 comentario:

Anónimo dijo...

... bonitas cicatrices...
:) ...